EL CASO PADILLA: PAVEL GIROUD

 

 

Tuve la oportunidad de ver El Caso Padilla documental de Pavel Giroud (78 min) sobre un episodio que dividió a la intelectualidad latinoamericana con respecto a la revolución cubana: El arresto y posterior "autocrítica" del poeta cubano Heberto Padilla en la Unión de Escritores de Cuba (UNEAC) en 1971, frente a un grupo de colegas, entre los que estaban Pablo Fernández Retamar, Norberto Fuentes, Reinaldo Arenas (que menciona el episodio en Antes que anochezca) y Virgilio Piñera, entre otros.
Cartel de la película


Basado en extractos de la grabación efectuada por el gobierno, en ella, el poeta Heberto Padilla expresa su remordimiento por la deriva contrarrevolucionaria que ha sufrido y que luego de pasar 38 días arrestado por la seguridad del estado, ha recapacitado, y por eso hace esta autocrítica, rechaza la independencia intelectual del escritor, el cual debe estar supeditado a la “revolución”. La detención de Padilla fue resultado de las crecientes tensiones entre este y la revolución que se agravaron al ganar con su poemario Fuera de Juego que el premio Casa de las Américas en 1968, lo que produjo una agria discusión de desviacionismo por parte de la UNEAC, y la ardiente defensa del jurado, entre los que estaba Lezama Lima; al final el libro fue publicado con una nota de la UNEAC rechazando el premio, y otra del jurado dando respuesta. Sin embargo, el libro circuló poco y luego de una lectura pública en 1971, Padilla es arrestado y durante 38 días permanece sin conocerse su paradero, lo que lleva a un grupo de intelectuales a escribir una carta a Castro una preguntando por su paradero, carta firmada entre otros por Sartre, Italo Calvino, Hans M. Enzesberger, Cortázar, Vargas Llosa. Gracias a Plinio Apuleyo Mendoza es incluido en la lista García Márquez, pero no es consultado, ya que “no sabían dónde estaba

Después de eso, Padilla se presenta ante la UNEAC, y en cerca de 3 horas y media, hace su autocrítica dónde confiesa su deriva contrarrevolucionaria y la reafirmación de su compromiso con la revolución. También denuncia la deriva de otros escritores, incluida su esposa Belkis Cuza Male. La autocrítica tiene mucho de divagación, pero también es un espectáculo lamentable: Padilla suda, gesticula, se autoincrimina, se culpa por escribir “unos poemas pesimistas”. La lectura de lo sucedido produjo una ruptura entre los intelectuales de izquierda en ese momento con la revolución cubana. Algunos protestaron indignados por lo que vieron como un acto de stalinismo puro, y fue el inicio del fin del idilio de muchos de ellos con la revolución cubana.


 Heberto Padilla

Otros, como García Márquez (y la película lo recalca) lo vieron como un mal necesario para alcanzar el socialismo en América. El documental de Pavel Giroud es seco, un acierto de edición que contrasta el testimonio con las obras de Padilla, en particular su poema Fuera de Juego (ver) Lo que le da gran vigor. Giroud logra mostrar los antecedentes, el hecho en sí, y las consecuencias que tuvo. Padilla pudo salir de Cuba en 1980, siendo un hombre acabado.
Eran tiempos difíciles (poema de Fuera de Juego)

Omnipresente Fidel Castro se oyen extractos de su discurso, la presión que ejerce sobre los intelectuales, y al final un solo mensaje: Una revolución dispuesta a destruir a un hombre, una dictadura tropical dónde el autoritarismo y “la causa” estaba por encima de la libertad de conciencia y pensar en la independencia del escritor era algo impensable.

Como muestra Giroud, el caso guarda paralelos con el rechazo del premio nobel por parte de Boris Pasternak en 1958, después de los ataques por traición a la patria, por escribir Dr Zhivago.

Visto hoy, después de las denuncias contra la UMAP (por ejemplo, la noveleta La mueca de la paloma negra de Jorge Ronet, el documental Conducta impropia de Néstor Almendros) e incluso el testimonio en las obras de Reinaldo Arenas, esto no deja de ser una anécdota magnificada por ser un asunto de intelectuales (si algo tienen de sobra los comunistas son las autocríticas en todos los niveles del estado, miren la Cuba de hoy, y se darán cuenta que esas cosas siguen sucediendo) pero que a la vez plantea una pregunta sin respuesta fácil: Para el artista ¿qué es primero, el hombre o la sociedad (o revolución, o patria, o similares)? Eso, sin contar lo que escribió la escritora rusa Nadezhda Mandelstam cuando advertía que “el papel determinante del doblegamiento de los intelectuales respondió no al miedo o a la corrupción (aunque ni el uno ni la otra faltaron), sino a la palabra ‘revolución’, a la que no querían renunciar bajo ningún concepto”.

Imágenes tomadas de internet.

Ficha técnica: https://www.filmaffinity.com/es/film762973.html 


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