ESTRIDENCIA MONUMENTAL


Hace unos años, un amigo arquitecto de los mas conocidos de Barranquilla en ese momento, creó un movimiento cívico, indignado por como iban las cosas en la ciudad. Eran los tiempos de Hoenisberg, y su cuestionada alcaldía, así que su nombre empezó a sonar como candidato a alcalde. No se lanzó.

Una vez hicimos un trabajo juntos en Santa Marta, y en el camino tocamos el tema si de verdad quiso ser alcalde.

-Tonto que es uno, la política es plata, para llegar, y para hacer. Y mucha plata sucia. Poco de idealista, mucho de porquería- añadió- Si, lo pensé, pero no podía, aunque me insistieron.

-Y ¿quién quería que insistieras? - dije yo.

-Mira, mi primo (un político muy poderoso a nivel local) me insistió mucho, y casi digo que sí, pero al final, pesó lo económico: Lo que yo ganó con mi trabajo, no me lo voy a ganar en un salario de la alcaldía. (A día de hoy, una respuesta muy Gustavo Bolívar, pero así ocurrió) Igual insistieron: Un día mi primo me reunió a un grupo de industriales locales, que me dijeron que estaban dispuestos a financiar mi campaña y a pagarme lo que me dejaba de ganar. Que les dijera un número, y ellos hacían una bolsa y garantizaban mi sueldo mientras era alcalde y candidato.

-Pero, ¿a cambio de qué? - pregunté.

-Pues, a cambio de nada, que confiaban en mi persona y gestión. A los pocos días Alex lanzó su candidatura y eso es capítulo cerrado -concluyó.


Gustavo Petro y su hijo


Recordé esa conversación cuando estamos en medio del ruido mediático de Gustavo Petro y su hijo Nico. Sobre todo, eso: Poco de idealista, mucho de porquería. Creo, como mi amigo, que Gustavo es un hombre sincero y que conoce los asuntos del país, pero que también como funciona. Quizás vea muchas de propuestas equivocadas, o incluso erradas, pero eso no es relevante en este tema. Creo que, como mi amigo, es sincero, honrado y debe estar muy herido síquicamente por la conducta de su hijo. Nadie espera que su hijo sea un delincuente, y más aun, que se cometan delitos en su nombre.  Pero eso es lo que hay. Si en algo tiene responsabilidad Petro es en haber vendido un discurso enfocado en la diferencia: No solo ideológica, sino moral. “No somos como los otros”. Muy eficaz, pero el otro y nosotros no son tan diferentes entre sí. Además, el mundo no funciona así. Imaginen si mi amigo llega a alcalde, y se enteran de la famosa bolsa; las acusaciones de favorecimiento a A o B industrial aparecerían y sería insostenible en su cargo. Hemos dejado que el fundamentalismo invada las redes, por encima de la realidad. La realidad es que hay quien llega a la política, o se encuentra cerca del poder, y quiere sacar provecho. Nicolás es un caso de esto último. Admitió que le dieron dinero para la campaña, que el se gastó sin preocuparse de dar cuentas. No importa si entró a la campaña, era casi intocable, podía gastarla toda ya que todavía tenía poder:  podía – como al parecer estaba haciendo- presionar a los colaboradores del presidente con una recomendación, una sugerencia, llevar un recado. Y así. Hasta mal no es: usted gobierna con quien lo apoyó; le pide calidades, si le sirve lo nombra y lo deja actuar. En este caso, al fallar, reacciona siguiendo sus valores, y pide el castigo, así termine diciendo “Me engañaron” como cierto personaje.

Lo verdaderamente problemático de Gustavo esta en un punto que poca gente mira: Lo que ofreció vs la realidad.  Ofreció moralidad pública, una gestión limpia, y la realidad es otra. Se metió en una alcantarilla y quería salir limpio. Dicho de manera simple, no lo puede hacer. Así como Nicolás, es bueno recordar las historias de los contratos de María Isabel Urrutia en Mindeportes. Nunca le creí, y esa fue mi razón básica para no votar por él: 30 años haciendo política, negociando al filo de la ley, no me pareció creíble su promesa de cambio en la forma de hacer política. Aquí recuerdo a Manuel Puig, hablando de como los argentinos creían que con Perón iba a llegar la izquierda al poder en los años 70: “Oye, pero ¿cómo va a ser de izquierda un tipo que lleva 20 años leyendo ABC en las mañanas?” De hecho, la reforma política fue de los primeros proyectos que se hundió.  Al final, lo de su hijo Nico, lo pone en su lugar. Lo van a acusar ante el congreso, pero no le va a pasar nada, no creo que caiga, y las investigaciones se van dilatar y enredar. Nico se irá preso, iniciarán su expiación, y quizás como los Nule, termine en un retiro dorado, criando su hijo. Days se casará con su nuevo novio, y los políticos buscarán sacar provecho de esta situación, y un gobierno que a su debilidad en el congreso, se le añade este tema. La estridencia va a ser monumental.Exagerada, llamativa, pero al final el sonido se acalla.

Imagen tomada de www.cambiocolombia.com 

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