LOS ASTROS ESPARCEN SU LUZ


En 1816 un sacerdote austriaco, párroco de la Iglesia de Obendorf (Austria), hijo ilegítimo de un soldado y una lavandera, del cual hasta hace muy poco no se conocía su rostro, escribió un poema para la víspera de la Navidad y le pidió a un músico amigo que le pusiera música y así tocarla en la misa. Ambos murieron años después sin saber que habían escrito el Villancico más famoso de la historia. Joseph Mohr y Franz Xavier Gruber eran sus nombres.
El villancico, cuya interpretación original en la misa de Gallo fue con guitarra, fue declarado  patrimonio inmaterial de la Humanidad. Este año se cumplen 200 años de la primera representación del tema, el 24 de diciembre de 1818, en la Iglesia de San Nicolás en Obendorf (Austria). Si han llegado hasta aquí, saben que estoy hablando de Noche de Paz.
La historia cuenta que la génesis del tema fue el sombrío año de 1816, el llamado año sin verano, ya que la actividad solar se redujo por la erupción del Monte Tambora en Indonesia, que afecto gravemente el clima mundial, dañando las cosechas y produciendo una hambruna de grandes proporciones.
En ese sombrío año, Joseph Mohr, un joven párroco escribió seis estrofas de una canción para brindar consuelo, paz y esperanza inspirados en el nacimiento del Salvador.  Noche de Paz es pues, la expresión de un deseo de paz y tiempos nuevos en esa Europa desgarrada por las guerras napoleónicas.  Sin embargo, por razones que no se conocen, el tema quedo guardado en el escritorio del párroco. Quizás lo leyó en alguna homilía para dar consuelo a sus feligreses.
En el año 1818, el órgano de la Iglesia se dañó, y no había como acompañar la Misa de Gallo en 1818. Mohr acudió al músico y organista Franz Xavier Gruber, y este le dijo que no podía hacer mucho, salvo una nueva canción en versión de guitarra. Mohr se acordó de las estrofas que escribió, y se las presento a Gruber, quien hizo un arreglo en guitarra inspirado en las canciones folclóricas austriacas.  Ese 24 de Diciembre se interpreto por primera vez un tema que en traducción literal dice así:

“¡Noche de paz, noche de amor!
Todos están dormidos; sólo están despiertos
los fieles y la santa pareja,
niño tierno de cabello rizado,
duerme en paz celestial.”

Se dice que Mohr y Gruber no supieron con certeza el valor de lo que habían creado. Sus nombres se difuminaron en el tiempo, tanto que hasta hace muy poco se encontró un retrato de Joseph Mohr, quien falleció en 1848, sin saber de su éxito;  Gruber si vio algo del inicio del éxito: tuvo una carrera musical como director de coros y organista hasta su muerte en 1863,  y escribió varios arreglos del tema.  Curiosamente, la versión en español fue hecha en 1871 por el pastor protestante Federico Fliedner residente en España.

Con los años, el villancico entusiasmó al publico en Alemania, Rusia, Francia, y muchos países mas. Fue impreso en cancioneros y llevado por misioneros cristianos a todo el mundo, conmoviendo a todos los pueblos donde llego: Se dice que el 24 de diciembre de 1914, durante la I Guerra mundial, lo entonaron miles de soldados de ambos bandos en lo que se conoció como el “milagro de hermandad
Con el respeto que me merecen todos los intérpretes del tema, algunos excepcionales, siempre he pensado que es un tema para coro. Las voces todas juntas se elevan en alegría celebrando el nacimiento del salvador del mundo.
Aquí les traigo tres versiones para coro: La primera, una versión en alemán, completa, con las 6 estrofas, a cargo del Dresden Kreuzchor, coro de niños de casi ocho siglos de historia: 


La segunda versión, en Ingles, Silent Night. Esta a cargo de Coro del Tabernáculo Mormón, señal de como el tema ha trascendido religiones con su mensaje de esperanza.



La tercera versión, es  en español. Noche de Paz. a cargo de la Coral Voces Blancas de España:



Finalmente, y como coda, un arreglo para piano, que a la vez es una paráfrasis del tema, a cargo de artistas chinos, como muestra de la universalidad del tema:



No conozco tema mas conmovedor que cante la gloria del nacimiento de aquel que dio su vida por nosotros. Ese mensaje aun tiene vigencia: Cada día es una oportunidad, cada niño que nace es una respuesta a la pregunta si Dios tiene aun fe en nosotros. Y si no hay Dios, la idea de su existencia y encarnación es tan poderosa, que saca lo mejor de nosotros. Feliz Navidad.

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