MUSK Y EL HAMBRE

 

Según un twitter de David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (WFP), con $ 6.6 mil millones de la fortuna de Elon Musk se podría paliar el hambre en el mundo, por lo que desafió al multimillonario sudafricano y a otros a donar. “No es complicado”, dijo Beasley. La respuesta de Elon Musk fue tajante: ·Si el programa mundial de alimentos puede describir en este hilo de Twitter exactamente cómo USD 6.6 mil millones resolverán el hambre mundial, venderé acciones de Tesla ahora mismo y lo haré”. Luego añadió “Pero debe ser una contabilidad de código abierto, para que el público vea con precisión cómo se gasta el dinero”. La respuesta fue que podían entregar esa  contabilidad, cosa que hicieron, pero a la vez matizaron: Era un programa dirigido a 42 millones de personas en las condiciones más críticas. Hay que aclarar que Beasley se dirigió a Elon Musk y a Jeff Bezos, el fundador de Amazon, la página web de la WFP se dirigía en su propuesta a los multimillonarios del mundo. Solo Musk respondió al reto.

El tema, aunque ha pasado algo desapercibido en Colombia, pone sobre la mesa varios temas importantes. Uno, la critica favorita de ciertos sectores libertarios, que consideran ofensivo que un burócrata les diga a las personas que regalen dinero, para planes que en ocasiones son solo frases grandilocuentes y devienen en fantasías o fracasos absolutos difíciles de medir, y, por ende, de juzgar. Lo otro, es el papel de los organismos internacionales cuya gestión ha devenido en ocasiones en graves acusaciones de mal manejo de dineros, sin que existan sanciones conocidas. La respuesta de Musk apuntaba al menos en esos dos sentidos.

Miremos la respuesta del WFP: “Este plan se centra en ayudar a alrededor de 42 millones de personas (en 43 de un total de 85 países en los que opera el PMA) que actualmente se encuentran en la Clasificación 4 de la Fase de Seguridad Alimentaria Integrada (CIF 4, emergencia) y 5 (CIF 5, catástrofe), * siendo así en riesgo real de hambruna o condiciones similares a las de la hambruna, a menos que se proporcione con urgencia asistencia para salvar vidas.”

De los 42 millones de personas, Alrededor de 31 millones se concentran en África y Medio Oriente, 6.5 millones en Asia y 5.2 millones en América Latina y el Caribe. 10 países en total concentran 33.2 millones. Algunos figuran en los periódicos de forma permanentes por noticias de guerra y conflictos internos: Etiopia, Yemen, Afganistán, Sudan, el Congo. En la lista, dos americanos: Haití, el país más pobre de América, y el país rico que termino en indigente callejero: Venezuela.

Cuando pienso que llamar a un call center y contactar a una persona en particular, no se como puedan contactarse 42 millones de personas, que están en condiciones de hambruna. Me parece muy complicado. A veces creo que el director Beasley y Musk, son ese tipo de personas que creen que cuando se baja la palanca económica para hacer algo, el resultado es el que se espera y desea, y las consecuencias inesperadas e indeseables no los afectaran de manera directa. Y para ser francos, 157 dólares parecen muy poco, por un año para aliviar el hambre. Eso, suponiendo que no habrá costos administrativos, que parte del dinero se perderá en manos de funcionarios corruptos, en búsqueda de rentas y beneficios para los empleados (es decir salarios fabulosos para los funcionarios de la WFP y sus contratistas), y que no habrá errores.


¿Cuál es la causa del hambre? Aparte de las catástrofes a corto plazo, en las que el socorro inmediato salva vidas, la hambruna a largo plazo suele tener causas políticas remediables (remediables, es decir, en abstracto, no necesariamente en la práctica). En realidad, estas causas pueden empeorar con la asistencia externa, en la medida en que refuerzan las mismas políticas que hicieron que dicha asistencia fuera necesaria en primer lugar. Lo que si sabemos, si hemos de seguir al profesor Amartya Sen, es que los alimentos son solo una causa de las hambrunas.

Beasley nos dice que, independientemente de lo que se pueda hacer con los $ 6.6 mil millones, evitará la inestabilidad política global y la migración masiva. Esa es una afirmación discutible:  El conflicto emergente entre China y EE. UU. ¿Es causado por el hambre? De otro lado, no sé qué tan cierto sea que la posibilidad de morir de hambre es lo que obliga a las personas a emigrar. Para empezar, el plan se concentra en un grupo de naciones en crisis o guerras, dirigidos a una población que en principio no parece querer o poder emigrar. Los haitianos que llegan a Colombia buscando llegar a los Estados Unidos en cantidades sin precedentes no son ricos sin duda, pero no se mueren de hambre, al menos según la definición de la WFP. Están huyendo de la criminalidad, y un sin futuro en su país con la esperanza de una mejor existencia en Estados Unidos. De hecho, ni siquiera son los más pobres de los pobres en sus propios países, ya que a menudo han pagado sumas considerables a los traficantes de personas para ayudarlos en su migración. Puede aceptarse que mejorar la calidad de vida, y solucionar la hambruna mejora los niveles de la población, reduce las incertidumbres sociales y por ello mejora el futuro de sus países, pero de ahí a señalar que el hambre es causante de la migración masiva hay un trecho. Algunas propuestas deben sustentarse bien.

Que Musk regale parte de su inmensa riqueza está muy bien, si no se desperdicia.

Imagen tomada de www.portafolio.co

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