INDIGNACIÓN, COMODIDAD, DEBER CÍVICO

En el día de ayer, Cristina Gallego, exesposa de Ciro Guerra, y socia de negocios publicó una carta donde de alguna manera, defiende a su marido. Lo señala como infiel, pero no como acosador, y considera temerarias las acusaciones contra él, insinuando que son producto del interés de algunas mujeres en sacar ventaja (¿Cuál? no se) de esta situación. Mas allá de las respuestas del colectivo feminista si las representa o no, siempre he tenido la impresión de que el asunto, desde el principio, esta mal planteado por parte de las acusadoras.

Me explico. Un signo de nuestros tiempos es sentir indignación por todo, en la medida que no nos incomode. Podemos protestar por la pobreza en Colombia, el gobierno, el acoso sexual, el covid, el desempleo. Lo haremos, en la medida que nos sintamos guerreros frente a un computador. ¿Alguien de mis conocidos salió en Colombia a protestar por #blacklivesmatter fuera de decir que en Colombia somos un país racista? ¿Hubo una marcha o algo así? Por favor me dicen. En el caso de las acusaciones contra Ciro Guerra, las denunciantes quieren las dos cosas. Indignación y comodidad. El inconveniente, es que en realidad también quieren castigo, y eso no lo van a tener, a menos que den un paso al frente.




Como es posible que su denuncia señalen que: “Las denunciantes no tienen la intención de hacer una denuncia penal, porque no quieren pasar por un proceso de revictimización en manos del sistema de justicia, ni por el cuestionamiento ni el escarnio público. Contar estas historias públicamente es una forma de recobrar agencia sobre lo ocurrido y de alertar sobre la grave normalización de la violencia sexual en el gremio audiovisual colombiano, que entorpece el desarrollo profesional de las mujeres y las afecta física y emocionalmente. Esperamos que esta denuncia contra Ciro Guerra sirva para que tome responsabilidad por sus actos y no vuelva a cometer este tipo de agresiones con otras mujeres. También esperamos que estas denuncias sean un mensaje para otros acosadores y agresores del gremio, y que inicien una conversación urgente sobre el acoso y el abuso sexual en otros ámbitos.“. Parafraseando a cierto expresidente ¿Qué piensa uno? Pues yo pienso, en lineas generales, que le están diciendo a Ciro, "te portaste mal con nosotras, cuidado lo vuelves a hacer. Estamos molestas contigo, pero fresco, deje así. Ay de volverlo a hacer". Una amiga me dijo: "Hay gente que de verdad hace denuncias graves de abuso, se juega la vida todos los días, y estas...". Pues si, a mi amiga no lo falta razón. 

El inconveniente, y es que, si lo dices en público la primera reacción del acusado, es negar y amenazar con demandar. Ambas partes tienen miedo, las denunciantes por sufrir un proceso de revictimización, el acusado por ver su carrera arruinada. Si se quiere seguir, las mujeres tienen que dar un paso al frente, salir de su zona de confort y decir: “Me ocurrió esto, fue el día tal, me hiciste esto, están de testigos estas personas, paso así, y tu te propasaste conmigo”. Que no se puede probar, eso lo dirán los tribunales. ¿Qué van a soportar una gran presión? Así va a ser. ¿Qué tal vez yo no soy la persona mas apropiada para pedir valor? Así es. Pero el mundo funciona así, y no es porque las mujeres sean oprimidas (que lo son): No puedes pasarte la vida diciendo cosas malas de una persona, sin que esta reaccione de alguna forma, y eso se vuelva contra ti, y no seas, al menos, incomodada.

¿Recuerdan a Christine Blasey Ford? La Dra Ford, en las confirmaciones del Juez Kavanaugh a la Corte Suprema de EE. UU., dijo que el juez se había propasado con ella, 35 años antes. Kavanaugh solo dijo que no se acordaba del caso, y los testigos supuestos, tampoco. Dio su testimonio, y parte de la gente le creyó, y otra no. Señalo que: “Estoy agradecida por haber tenido la oportunidad de cumplir con mi deber cívico. Al haberlo hecho, me asombran todas las mujeres y hombres que me han escrito con experiencias similares y ahora lo comparten valientemente con su familia y amigos, muchos por primera vez”. Pero la realidad es que pago un precio alto: Se mudó, cambio de trabajo y recibió amenazas de muerte. Fue revictimizada. Sin embargo, tuvo “el deber cívico” de contar su historia. Deber cívico: Las responsabilidades y las acciones que se debe cumplir como un ciudadano integrante de una sociedad, estas obligaciones son fundamentales para el buen desenvolvimiento de un país, garantizando a todos los ciudadanos una buena convivencia y un mejor lugar que habitar. (1) Eso incluye, creo, ayudar a encerrar criminales.

Imagen tomada de: https://www.eoi.es/

(1) Definición tomada de: https://conceptodefinicion.de/deberes-civicos/ 

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