LAS COSAS NORMALES DE JOSEF AMON-MITRANI

Puerto Colombia fue durante la primera mitad del siglo XX, un lugar por donde entro la modernidad en Colombia. Su muelle, hoy casi desaparecido, es recordado en la canción Lamento naufrago del maestro Rafael Campo Miranda. Hoy no queda mayor cosa de ese esplendor: es un soñoliento municipio dormitorio de Barranquilla, que busca reinventarse como balneario. En ese lugar fue a vivir y trabajar en una época el poeta y escritor Josef Amon-Mitrani, en sus palabras, buscando vivir cerca del mar. En ese tiempo, finalizó su volumen de poesías  28 poemas minimalistas, y tal vez, dar cierre en buena medida a su novela Cosas Normales, que el autor, en un acto de anarquía o libertad, decidió regalar a sus lectores. En este link pueden descargarla:

https://www.josefamonmitrani.com/  

Me acorde de Puerto Colombia, porque en alguna ocasión, el escritor Giuseppe Caputo afirmo que "el mar así como trae belleza, también trae basura". Recordé la frase porque eso es en gran medida, Cosas normales: Belleza, poesía, ideales elevados, pero también frustraciones, miserias y esa cosa terrible que llaman realidad. Es una novela mar, con belleza, pero también basura, como la vida.

La novela podría leerse como una memoria, una crónica, una iniciación a la vida, verse como road movie, una colección de anécdotas, un diario de viaje, un ripio de banalidades,  un delirio de borracho, un sueño o la fantasía de alguien con serios inconvenientes con la realidad. Al final, la obra es un poco de todo eso: Es el relato de las desventuras Oscar Graff es un joven que sueña con escribir, que siente que escribe mal, que la vida le pone trabas para escribir bien, pero que no por ello deja de escribir, mientras la vida esta ocurriendo. Hay quien vera en ello la vida del autor. Puede ser, pero eso no deja de ser una anécdota. Al fin y al cabo, la vida del autor es lo que tiene a la mano. Pero con su lectura, me devolví a mis 30, cuando luchaba por armonizar mis ideales con la realidad. Es en ese tiempo (o antes, incluso) es cuando las preguntas que surgen y se plantean en el relato, van hallando su respuesta. Cada quien se da su respuesta.

Lo mejor de la obra, la ternura que por momentos raya en lo cursi. El humor y las salidas fuera de tono: "Te lo juro papa, que si hubiera sabido que terminaría de profesor en mi colegio, renuncio a la literatura y estudio administración"  o "Tienes miedo pero vas lento y eso es bueno, eso es suave, eso es más filosófico que todas las filosofías que te han enseñado. Se te salen los deditos por el hueco del saco roto, ese saco que te había regalado Mamá cuando fue a Miami con las dos tías." 

Al final, la pregunta surge: ¿Que son las cosas normales que habla el autor? Con el tiempo, te das cuenta que todo lo que narra y describe, son las cosas que le pasan a los jóvenes soñadores, que quieren comerse el mundo. Hay una respuesta, y la respuesta tiene relación con el paso del tiempo: posiblemente esta en en epígrafe, pero lo mas seguro es que este en el relato. Léanla. La novela no les sera indiferente. 

Imagen tomada del blog: https://www.josefamonmitrani.com/

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