LEYENDO LOS SOCIALES DEL PERIÓDICO

 Un escritor argentino, nacido en Santa Marta, y residenciado en Barranquilla, decía que las páginas mas importantes de un periódico eran las de sociales.

-¿Cuál es la razón? -le pregunté una vez.

-Bueno, porque si tienes una mirada atenta, ahí esta el Zeitgeist de tu sociedad- fue su respuesta. Luego añadió: 

-Ahí esta todo lo que le importa a la sociedad, sus prioridades y sus miserias -concluyó, filosófico.

Con los años me he dado cuenta que no le falta razón. Nada refleja mejor los cambios, los prejuicios, las necedades e intereses de una sociedad, que una página de sociales de un periódico.

Ya los cambios y el desarrollo del internet, las han hecho casi inexistentes, gracias al Instagram y otras redes sociales; al final una publicación social es una noticia con la intención de llamar la atención sobre el protagonista. Es una lástima, porque servían para verdaderos análisis sociológicos.

Los tiempos en los cuales leer los sociales de El Heraldo han pasado, pero fueron parte de mi educación sentimental. ¿Cursi? Puede ser, pero preguntarle a mi madre o mi padre sobre ciertas fotografías me enseñaron mas que años de estudios. Incluso algunos de esos personajes de sociales quedaron en mi memoria. Por ejemplo había una señora llamada Ilva de Pochet, que en una época al parecer salía todos los días en el periódico, hasta 2 y 3 veces por día. Supe, por mi madre, que era la esposa de un alto ejecutivo del Grupo Santodomingo, y según mi madre, hasta lanzada. "Imagínate, tiene como 65 años y se pone bikini" me contó entre divertida y escandalizada.

No había fiesta, reunión en el club, matrimonios, viajes, juego de cartas,  reinado de belleza, despedidas de soltera, cumpleaños, baby shower y bautizo, donde "Ilvita" no fuera omnipresente. El formato era el mismo: Un grupo de señoras, sonrientes, entregando regalos, posando para la cámara, Ilva feliz mirando fijamente... Un día, desapareció de las páginas. Su única hija había muerto, y en su dolor optó por un retiro definitivo, hasta su muerte casi 20 años después. Si supiera cuantos momentos de conversación con mis padres me brindó. Con todo, tengo un bello recuerdo de una señora que no conocí.

Si, las sociales muestran el signo del tiempo. De las reuniones de señoras en clubes, pasamos a una sociedad donde  salir en esas páginas era signo de triunfo, una sociedad donde no se celebraba sólo los eventos sociales, sino también los de trabajo: Inauguraciones de sedes, cócteles de oficina, bendiciones de locales, por mencionar algo, fueron comunes. También, y en un tono mas sórdido, nuevas caras aparecieron, y muchos de estos personajes tenían oscuros negocios. Los recién llegados, los ejecutivos dinámicos del momento, de pronto desaparecían, y reaparecían años después en el cumpleaños del hijo, un matrimonio, una fiesta de amigos. Algunas fotos invitaban a la compasión: El padre, la madre y el niño que celebra su cumpleaños, después que "papa" estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico.  "Bueno, es importante que celebren JUNTOS el cumpleaños del niño" le dije a mi madre al ver la foto. Otras era de una ostentación que disimulaba sus miserias, y se veían ofensivas: Un matrimonio en Cartagena de "niños nice" por todo lo alto, y en una foto el padre, que fue extraditado a Estados Unidos por lavado de dinero. Esas lecturas han desaparecido por completo, y las sociales también. Instagram o Facebook ocuparon su lugar. "Es mas entretenido y mas barato". Y llega a una mayor audiencia, y hasta puedes hacer dinero. 





Imágenes del autor

No queda mucho de los sociales del periódico, pero a veces nos sorprende. Hoy 12 de octubre El Heraldo trae con una página completa sobre la "fiesta" que fue el partido Colombia-Brasil. Un amigo me manda las fotos y me dice "Hay que saber leer para entender la ciudad". Tiene razón. Ahí aparece el empresario con el artista o deportista que trajo para ser fotografiado, ese mismo empresario que piensa que más allá del Carnaval y la fiesta, la cultura es poco menos que inexistente. No es culpa del artista, son solo prioridades. El dinero debe estar donde dé plata.

Para prioridades el alcalde y el alcalde anterior posan sonrientes con una camiseta del Junior, desentonando un poco con la marea amarilla que al parecer cubre el estadio. "No debería ser tan mal pensado" me digo, pero una camiseta del Junior me deja pensativo. Si lo ves como un asunto de prioridades, me parece muy diciente. Por cierto, en estos días inauguran un monumento a los campeones locales, al Junior que nos hace sufrir y a la vez nos atonta.

En una esquina reconoces a un viejo conocido. Su padre lo asesinaron en un oscuro asunto de drogas, y a él le tocó salir adelante. Según dicen, a bala. No me crean, solo me lo contaron. Por cierto, hay gente que no tiene vergüenza. Ese dirigente deportivo que multaron por revender boletas en el partido Colombia-Brasil de la eliminatoria pasada, ¿Qué pretende, pasar bajito frente al escándalo? Debería no llamar tanto la atención, pienso yo. Quizás por eso luce pensativo en la foto.

Por cierto, Tan sonriente ese ganadero vallenato con fama de mujeriego cuya familia fue acusada de financiar grupos paramilitares. Se abraza con dos amigas. Bueno, no debo ser mal pensado, no ha sido condenado, y son solo habladurías "No hagas caso, son rumores".

Esa es la ejecutiva dinámica cuya abrupta caída fue objeto de habladurías. Se abraza con un deportista muy celebrado por sus triunfos y muy criticado por su amistad con narcos antioqueños. " no seas mal pensado, la gente merece una nueva oportunidad" me vuelvo a decir. También veo uno que otro colado que vive de pasadas glorias.

Ya los viejos apellidos y los nuevos se mezclan en "en un mismo lodo todos manoseados". Cambian las prioridades, las caras, pero algunas cosas perviven. Por ejemplo, la movilidad social en una ciudad que rinde un excesivo culto  al dinero y a sus mas banales demostraciones. A veces tengo la sensación que estoy en el villorrio Ganga que describió Fray Candil en su novela A fuego lento. (1)

Si, mi amigo era un sabio. En los sociales se capta el signo de los tiempos. 


(1) Emilio Bobadilla, Fray Candil publicó en 1902 la novela A fuego lento, que transcurre en Ganga, una ciudad creada con base en la Barranquilla de esa época.

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