UN MIOPE PUNTO DE VISTA


He llegado a la conclusión que los intelectuales suelen ser miopes y no pueden ver lo que está frente sus narices.  A veces creo que su objetivo es oscurecer lo obvio y hacer que lo simple sea complejo, de modo que sean necesarios para orientar a la humanidad hacia la luz, lejos de la ignorancia y estupidez. Con el aumento inexorable de la educación universitaria, tenemos más intelectuales que nunca, y, sin embargo, la iluminación final parece tan elusiva como siempre. El hombre sigue siendo un animal que crea problemas.

Un texto publicado en El Espectador  de la semana pasada informa que la falta de visión está altamente correlacionada con los años pasados ​​en la educación. Entre más educación recibes, la miopía aumenta. Los autores afirman haber eliminado la posibilidad de que los miopes sean más inteligentes que los que tienen visión perfecta, controlando los factores genéticos, y que la relación es casual. En pocas palabras, entre mas estudias, mayor es el riesgo de desarrollar miopía.

Mi propia miopía no tardó en desarrollarse, tal vez porque estudié muy duro, o que elegí estudiar lo difícil desde muy joven. Mi familia lo descubrió de una manera muy común.  Me acercaba demasiado a la televisión. Mi tía lo noto y me llevo al optómetra. Me recetaron lentes, me los entregaron y me los puse. Fue una revelación.

Años más tarde, al cambiar la formula, descubrí que, probablemente durante varios años, había visto el mundo como si fuera una pintura impresionista. Cuando obtuve mi nuevo par de lentes, el mundo recuperó sus bordes afilados y todo ya no se derritió como antes. Era extraño cómo había aceptado mi propia incapacidad para ver correctamente y pensé que el problema era con el mundo, no conmigo. El poder del egoísmo es grandioso.

Por supuesto, la asociación de la miopía con la inteligencia, el aprendizaje y el pensamiento es antigua. La inteligencia, el aprendizaje y el pensamiento no siempre han sido bien recibidos por los regímenes políticos de tendencia paranoica. En su paranoia, los Khmer Rouge persiguieron a todas las personas con educación occidental, y según su teoría, las gafas eran prueba de ello. El primer presidente de Guinea Ecuatorial, tío del actual presidente que ha estado en el poder durante 39 años (hasta ahora), se llamaba Francisco Macías Nguema y fue uno de los grandes tiranos desconocidos del siglo XX. Fue elegido democráticamente pero no fue un demócrata.  Entre sus muchas peculiaridades se encontraba el odio hacia las personas que usaban anteojos, a quienes creía intelectuales y, por lo tanto, peligrosos. 


Supongo que este odio tuvo su origen en las tres veces que no aprobó sus exámenes para ingresar a la administración colonial española (Guinea Ecuatorial fue una colonia española hasta 1968). Restauró la más deseada de las cualidades humanas, la autoestima, con la degradación de sus compatriotas en general y de las personas con gafas en particular. Si matas a todas las personas con inteligencia superior a la media, aumentan tus posibilidades de tener inteligencia superior a la media. 

El texto de El Espectador remite a una revista de divulgación llamada Nmas 1 que a la vez se basa en un informe del British Medical Journal.  El estudio concluye que:

“Este estudio proporciona evidencia contundente de que un mayor tiempo dedicado a la educación es un factor de riesgo causal para la miopía. Con el rápido aumento en la prevalencia global de la miopía y la carga económica de la miopía y su visión que amenaza complicaciones, los hallazgos de este estudio tienen implicaciones importantes para las prácticas educativas. El crecimiento ocular axial ocurre predominantemente durante los años escolares y dado que los niveles de miopía tienden a estabilizarse en la edad adulta, cualquier intervención para detener o prevenir la miopía debe comenzar en la infancia. Los formuladores de políticas deben ser conscientes de que las prácticas educativas utilizadas para educar a los niños y promover la salud personal y económica pueden tener la consecuencia involuntaria de causar niveles crecientes de miopía y discapacidad visual posterior.”

Después de leer el texto original, es difícil no pensar que este trabajo puede ser un gran candidato a los premios IG Nobel, que popularmente llaman el “Nobel de lo absurdo”. Investigar y concluir que una persona, entre mas estudie, mayor riesgo tiene de contraer miopía, es en mi opinión, un desperdicio de dinero de los contribuyentes.

Me gustaría saber como los “formuladores de políticas” pueden considerar la “consecuencia involuntaria” que es la miopía.  Cada vez es mas complejo todo: En Irlanda algunas escuelas están prohibiendo a los niños correr o patear un balón debido al costo que implica asegurarlos contra riesgos en un accidente. Al parecer, evitar rasguños y golpes es uno de los objetivos del sistema educativo irlandés. Si los niños no deben engordar, toda la comida debe ser light, y negársele el acceso a los dulces o el chocolate. Al parecer, la gestión de riesgos es la única forma racional de responder a las preguntas fundamentales de la educación: ¿Cuáles son los fines de la vida y como debemos vivir? Enseñar bien, al parecer, es cada vez más peligroso. Aparte de los accidentes, produce miopía. No solo visual.


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