RECORDANDO A DIRK BOGARDE
Murió el 8 de mayo de 1999, en su apartamento de Londres. Hoy, viendo fotos de su mejor época, tiene un aire “british” de apostura y ambigüedad al
que solo se le acercan pocos actores: Rupert Everett, por ejemplo.
Sin embargo, Everett carece del talento actoral del fallecido. Un
talento que había empezado a mostrar en West End londinense en 1939. Tenía 18
años y un gran deseo de ser actor. La guerra se encargaría de aplazar estos planes. Se
alisto en el Real cuerpo de señales, y pronto paso al servicio de inteligencia,
sirviendo en diversos frentes. Alcanzo el grado de capitán. Participo en el desembarco de Normandia, fue uno de los
primeros oficiales británicos en entrar al campo de concentración de Bergen-Belsen,
experiencia que lo marcó profundamente, como recordó años después en una
entrevista:
“Las puertas se abrieron y luego me di cuenta de que estaba mirando el
Infierno de Dante, quiero decir, todavía no he visto nada tan terrible. Y nunca
lo haré.”
Confesó mucho después que la experiencia le dejo un profundo sentimiento
anti alemán: Alguna vez reconoció que prefería bajarse de un ascensor antes que
compartirlo con un alemán de su generación. Ironías de la vida: En tres de sus
mas recordados papeles, es un atormentado alemán.
De todas formas, al finalizar la guerra, el capitán Derek Jules Gaspard
Niven Van den Boagerde regresó a Londres, con la intención de reiniciar su
carrera actoral. Era guapo, héroe de guerra, talentoso y con ambición de sobra. En 1948 consiguió papeles en las películas de la organización RANK, y pronto fue un ídolo
de los matinés. Se esperaba que fuera el nuevo Stewart Granger; lo superó con creces. En el camino
se cambio el nombre por uno menos intimidante, y por el que fue más conocido:
Dirk Bogarde.
Los siguientes 15 años, hasta 1963, Bogarde fue uno de los mas populares
actores de esa Inglaterra que dejaba atrás los años de la guerra, y una nueva
sociedad surgía. La aristocracia se dirigía a la insignificancia social, y los hombres trabajadores eran los nuevos héroes de una nacion que renunciaba a sus sueños imperiales.
Bogarde pronto mostró su talento para representar tanto a criminales sin escrúpulos
(La lampara azul de Basil Dearden) como a héroes de guerra (The Sea Shall Not
Have Them de Lewis Gilbert), asesinos (Cast a dark Shadow, nuevamente a las ordenes de Lewis Gilbert), un noble y sencillo jardinero que auxilia a un joven aristócrata en problemas
(El Jardinero español de Philip Leacock basada en una novela de A. J Cronin), o personajes atormentados con su sexualidad (Víctima de Basil Dearden) que cimentaron su popularidad.
Dirk Bogarde y Margaret Lockwood -Cast a dark shadow
Pero en 1963, realizaría la película
que partiría en dos su carrera. Como Hitchcock, que tiene dos etapas, la británica
y la americana, en el caso de Bogarde también se presenta el fenómeno: de ídolo
británico de multitudes se transforma en un actor aclamado de carácter internacional.
Esta película es, El sirviente de Joseph Losey.
Dirk Bogarde-The Servant
Un drama psicológico, adaptado de una novela de Robin Maugham, acentuado
por la adaptación hecha por Losey y Harold Pinter, es una historia compleja de
una relación de dominación entre un mayordomo (Bogarde) y su joven señor (Un
Edward Fox algo plano) y como se altera la relación de poder, humillación y clase entre los dos,
todo ello en una atmósfera expresionista ambigua y opresiva. Una película memorable e incómoda, que
queda en la mente del espectador.
El éxito de la cinta, y la aclamada actuación de Bogarde, llamaron la atención
de los grandes del cine mundial, quienes vieron en el carácter para interpretar
papeles más complejos: Fue Puserwarden, el escritor mezquino y arrogante que se
suicida en Justine, de George Cukor, el
ambicioso Friederich Bruckmann que asciende en el emporio empresarial de los
Essenbeck, gracias al apoyo de su amante y la SS en La Caída de los dioses de
Luchino Visconti y poco después, el papel mas brillante de su carrera: Gustav Von Aschenbach
en La Muerte en Venecia nuevamente
dirigido por Luchino Visconti.
Dirk Bogarde - La muerte en Venecia
La impecable producción de la adaptación de la novela de Thomas Mann, junto con el vestuario, la cinematografía, y la música
de Gustav Mahler, sirven de fondo al soberbio retrato que hace Bogarde del
compositor Von Aschenbach, quien ante el temor de morir, se obsesiona con un
joven asombrosamente hermoso y símbolo de sus mas caros deseos: juventud,
belleza, altanería, inmortalidad.
Podría seguir mencionando varios papeles memorables de Bogarde, pero dejemos la lista en dos: Maximilian Theo
Aldorfer, el exoficial de la SS que trabaja como portero en un hotel, en el
thriller erótico de Liliana Cavani Portero de noche (1974), película de mucho éxito
y escándalo por sus escenas de desnudos y sadomasoquismo.
Dirk Bogarde y Charlotte Rampling en Portero de Noche
El otro papel es el del magnate ruso emigrado del chocolate Hermann Hermann,
su penúltima actuación en el cine bajo las ordenes de Rainer Werner Fassbinder,
en Desesperación (1979) donde nos retrata a un empresario frío y despiadado
cuya creciente inseguridad ante la agitación social en su patria adoptada se
convierte en una ilusión violenta. Tanto el actor como el director, en los
picos mas altos de su carrera, manejan de manera experta la desintegración
mental de Hermann y el cambio de apariencia física.
Dirk Bogarde -Desesperación
Actor difícil en su trato, reservado hasta la obsesión con su vida privada, escritor algo talentoso, muy celoso de su intimidad, Sir Dirk Bogarde fue un hombre complejo. Sus papeles reflejaban en buena medida su personalidad entre jovial y atormentada. Su talento fue reconocido en el cine mundial: ganó dos premios BAFTA, y la aclamación de la crítica, pero también sufrió decepciones famosas: Perdió con Peter O Toole el papel de Lawrence de Arabia, y luego con Omar Shariff en Dr. Zhivago. Hace 20 años murió de un infarto, dejando tras de sí, unas memorables actuaciones por lo que hoy lo recordamos.
Imágenes y vídeos tomados del internet
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