POR EL TWITTER MUERE EL PEZ
Por el Twitter muere el pez, por lo que parece, y es mejor para
tu tranquilidad mantener tus pensamientos inmortales lejos de este medio cada
vez más pernicioso. Miguel Polo Polo es
un reconocido tuitero colombiano que pretende hacer activismo político. En el clima
polarizado del país defiende la causa del Centro Democrático, y apoya
al gobierno del presidente Duque. Esta en su derecho de hacerlo; sin embargo,
para un sector de la sociedad tuitera su activismo es a la vez, popular y muy mal recibido, en
parte por sus ideas, bastante pobres y prejuiciadas en mi opinión, y por la polarización
que vive el país. Polo sin embargo se defiende de los insultos, y continua su “pleito
sagrado” con la izquierda, a quien responsabiliza de todos los males del país.
Recientemente, saco
un vídeo en las redes donde anuncia su renuncia al Centro Democrático según él,
por la forma amañada como se selecciono al candidato a la alcaldía
de Tolú. La burla, memes e insultos que recibió alcanzaron niveles de crueldad
cercanos al matoneo. Los mas amables con
él, vieron el episodio como una pataleta infantil del tuitero. Al
parecer, linchar es uno de los pasatiempos favoritos del twitter. En el caso de
Polo, es entendible que la provocación que encierran sus trinos no quede sin
respuesta, y en esa respuesta llegan la injuria, la burla y la calumnia. Pero hay
casos donde tu trino produce consecuencias inesperadas, y muestra algunos de
los peores aspectos de la sociedad. Natasha
Tynes se define como autora minoritaria (es, al menos en parte, de origen
jordano), tiene un libro próximo a publicar y trabaja en Washington para el
Banco Mundial. Para su desgracia se quejó en un trino de un trabajador con las
autoridades del metro de Washington, a quien observó desayunando allí, pese a
que una ley y mensajes a la vista de todos, que prohíben que las personas coman o beban
en cualquier parte del sistema. A eso añadió una foto de la funcionaria acusada
comiendo, que, según la versión de Natasha le respondió de manera insolente. La
funcionaria era de raza negra.
La
autoridad del metro le agradeció a Natasha la información, y pidió mas datos del
hecho. En el camino, una tormenta de protestas se desarrolló, acusando a Natasha
Tynes de racismo, de querer privar a la funcionaria de su trabajo, y de
desconocer los sacrificios de las mujeres de raza negra, aprovechándose de su
blancura.
No puedo afirmar que el comportamiento de Natasha Tynes me pareció apropiado. De hecho, en situaciones similares me he hecho él de la vista gorda en los buses o en el sistema integrado de transporte local. Sin embargo, me parece que la Sra Tynes estaba en su derecho de presentar un queja por la ruptura de las reglas que vio, sin preocuparse las posibles consecuencias que pueda sufrir la infractora.
Al parecer hay temas con los cuales no puedes meterte: las mujeres, los negros, el feminismo, el movimiento LGBTIQ, los pobres, las ideas de igualdad de la izquierda; o más bien, criticar situaciones que involucren algunos de estos grupos.
Hubo algunas consecuencias adicionales para la Sra Tynes: Su editor pospuso la presentación del libro de manera indefinida, y tomará con los distribuidores “los pasos apropiados” a seguir.
Una lectura de estos casos, es el hecho que para mí más claro que la sociedad tuitera acepta que en virtud de las dificultades
que soportan, los negros tienen el derecho de comportarse de cualquier manera. No
hablo aquí del hecho si la funcionaria fue sancionada; desconozco sí lo fue. Además
pareciera que las demandas y críticas presentadas esperan que las personas de
grupos minoritarios deben comportarse ante la sociedad como esta espera que se
comporten, es decir como víctimas, a quienes indulgentemente perdonamos, por
sus limitaciones. Casi a la altura de las personas seniles, los niños y los
deficientes mentales. Miguel Polo no lo hace: se siente parte de la corriente
principal, y por ello, la andanada de insultos y burlas que soporta. Por
igualado, como dicen mi tierra.
Natasha Tynes borro el trino, y se vio obligada a disculparse; en la tormenta que enfrentó, es imposible saber el grado de sinceridad de su disculpa. Facebook o twitter son organizaciones maoístas en tiempos de revolución cultural, listos para señalar las cosas inapropiadas que vemos. Al final, las palabras apropiadas e inapropiadas han remplazado al bien y el mal.
Imágenes tomadas de internet
Comentarios