EL ICFES DE IVAN DUQUE


Cuándo entregaron los resultados de las pruebas del ICFES en el colegio hubo sorpresa general. Quien obtuvo mejor puntaje le decían el buitre, perdía el año, y no destacaba ni por su simpatía o disciplina. Los mejores alumnos, los disciplinados que se repartían los dos primeros lugares cada bimestre, obtuvieron puntajes muy por debajo de lo que se esperaba de ellos. Los superaban al menos 15 compañeros de un curso de 50. El tercer mejor puntaje lo obtuvo un estudiante que estaba en el pelotón, y varios alumnos más que eran flojos de solemnidad sacaron cifras superiores a 300 puntos. 

Claro, también hubo algunos resultados previstos: El tercer mejor estudiante logró el segundo mejor resultado, el cuarto fue cuarto, el quinto sexto y el sexto quinto.  Cada quien hizo su vida, y el resultado en las pruebas fue una anécdota: El mejor puntaje se dedicó a ser vendedor, no termino la universidad,  y por ahí anda, bregando su vida. El segundo quiso estudiar ingeniería en Los Andes, pero el puntaje no le alcanzó. Presento examen y paso. Estudio su ingeniería, se graduó y años ha que no sabemos nada de él. El tercero inició una errancia por México y Centroamérica que finalizó en Panamá; es diseñador gráfico. El cuarto estudio ingeniería civil, al igual que el sexto. El quinto fue médico.

Los mejores alumnos del curso, tuvieron destino diferente: Uno es el director regional de una gran empresa nacional, el otro es médico urólogo, dueño de su propia clínica. Una demostración del proverbio japones, que la disciplina tarde o temprano supera a la inteligencia.

Cuando leo que el presidente Duque saco 291 en las pruebas de estado, sólo puedo pensar : "Caray, saco menos que yo". 

Eso es todo lo que puedo decir. El examen del ICFES, como argumento de autoridad,  de inteligencia, como prueba de mediocridad, como prueba de talento, prueba al final lo que quieres probar. Al final no demuestra nada. De los hechos que describo puedo afirmar: Un buen resultado te ayuda a ser exitoso, pero también su contrario es cierto: Un buen resultado no te hace exitoso. Que cada quien escoja.
De ahí que quienes atacan la gestión de Duque, atribuyendo su mala gestión a una medianía mental o educativa, también están equivocados. Eso lo he dicho varias veces: Un buen gobernante es una mezcla de talento, educación, capacidad, disciplina, visión, y comprensión. El punto es que no sabemos cual es la medida exacta de los elementos a mezclar. Elegir, al final, es una adivinanza. La mediocridad  o el éxito de la gestión de Duque no está asociada a que tenga un mal resultado en el ICFES, o que parezca un paquete chileno. No es por ahí. Como argumento de autoridad es una falacia. Son razones más de fondo, que están asociadas-en mi opinión- al desconocimiento de una realidad del país y su psiquis. Duque es en esencia un burócrata de organismo internacional, en cuya cabeza hay formulas, cuadros y parámetros y una solución para cada problema existente. Cuando no tiene respuestas, se refugia en las opiniones en sus argumentos ideológicos básicos: Autoridad, firmeza, justicia, igualdad, y todas las lindas palabras de promesa electoral.

Pretende aplicar recetas sin conocer el detalle y el funcionamiento del estado, su debilidad y fortaleza, y sin consultar a los afectados. Algo que los dos presidentes anteriores, mal o bien, hacían. Escuchaban - o hacían que escuchaban- a los afectados. Luego tomaban la decisión que consideraban conveniente. En ocasiones, intervenían haciendo andar al estado, o asumiendo las consecuencias de la inacción de este. En la psiquis colectiva, quedo pues, la idea de un hombre fuerte, que solucione, que mueva al estado,  no un estado que se comprometa y cumpla lo pactado, cuando en esencia, debería ser al revés. Pero así son las cosas en este país. Duque, simplemente no entiende o no ha visto eso. Es pues un presidente ajeno a la realidad de Colombia. No la conoce.

Imagen tomada de www.protagonista.com

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Me parece que es propio de algunas personas echarle la culpa a los demás...Cada cuál somos dueños de nuestro éxito o fracaso en la vida
Muchachos, estudien y recuerden que el ICFES se puede repetir.
Y no se queden frustrados
Éxitos y luchen por sus ideales.

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