EL ESPACIO, LA FRONTERA FINAL
En el año 2011, en su programa de entrevistas para el canal Biografías, William Shatner, entrevistó a Leonard Nimoy; era una conversación de dos viejos conocidos, en la que salió en el siguiente diálogo:
-Nimoy- Bill, Te he estado dando
consejos desde….. ¿Tal vez 1965?
-Shatner –Si, pero nunca les he
hecho mayor caso.
La fecha exacta de cuando se
conocieron no importa. (Pero yo, como soy puntilloso, les digo donde fue: En un
capítulo de una serie titulada Los hombres de CIPOL, donde eran actores
invitados) Pero el mito que los involucra, se dio a conocer el jueves 8 de Septiembre de 1966 a las 8 y 30
de la noche en los televisores afiliados a la cadena NBC, cuando se escuchó la música de entrada que de
un tema que luego se conocería bajo el título de “Donde nadie ha llegado
jamás”. Compuesto por Alexander Courage, un arreglista y músico director de
bandas sonoras, ha alcanzado una enorme popularidad por ser la música que inició
a uno de los fenómenos culturales más grandes del Siglo pasado: Viaje a las
Estrellas (Star Trek)
Después de 12 películas, un Spin Off,
una serie de televisión animada, era difícil imaginar que este comienzo tan sencillo
fuera a crear una auténtica revolución cultural. Creación del productor Gene Roddenberry, este
tenía en mente pretensiones modestas: Crear historias del oeste, en el espacio,
a la manera de la serie Wagon Train. Roddenberry presentó la idea primero a la
Cadena ABC, cuyos ejecutivos la rechazaron, y luego a la NBC; después de un
primer piloto que no gustó por excesivamente intelectual, en una decisión
inusual, los ejecutivos de la cadena solicitaron un segundo piloto que fue
finalmente aprobado.
Hoy, pese al evidente carácter
artesanal de su puesta en escena, resulta difícil imaginar que esta serie de
televisión haya tenido tanto impacto hasta hoy. Y es que para los turbulentos
años cuando la serie fue presentada, el mensaje que dejaba era de
esperanza. Antes de Viaje las estrellas
(Y después también) las series de televisión
y películas futuristas, mostraban un futuro sombrío: En una época de
tensiones y la confrontación URSS Vs USA, las catástrofes naturales destruían el
Planeta, un cataclismo atómico borraba
la humanidad, el mundo se volvía un
lugar sombrío donde las máquinas,
monstruos mutantes y la especie humana parecían
estar en perpetua lucha; además eran los
tiempos de la guerra fría, las tensiones
sociales que se vivían en Estados Unidos en ese momento, en asuntos raciales,
protestas antiguerra, lo que no parecía
indicar un futuro promisorio para la humanidad. De allí que la televisión
futurista se refugiara en series tipo Perdidos en el Espacio, Mi Marciano
favorito o Tierra de Gigantes, que no dejaban de ser, en esencia, historias de evasión,
y peripecias y aventuras familiares fuera de nuestro planeta.
Con sus colores brillantes, su
puesta en escena colorida y un estilo en la onda del verano de las flores californiano,
Viaje a las Estrellas, rompía todos estos esquemas negativos: En los siglos futuros
las tensiones raciales, la guerra fría y los conflictos existentes habían desaparecido,
y la Tierra era un planeta en paz. Los extraterrestres no eran una serie de
monstruos horripilantes que veían a la humanidad como alimento, ni eran
particularmente inteligentes o desarrollados, ni tampoco tontos. Viaje a las
Estrellas, en un futuro cercano, los mostraba al mismo nivel de los humanos e
incluso existía una gran armonía, con algunos de ellos: La nave espacial
Entreprise, pertenecía a la Federación de Planetas Unidos, y algunos de ellos
incluso formaban parte de la flota: Epítome de todos ellos, era el Sr Spock, una
oficial mitad humano y mitad vulcano que era el jefe científico de la Nave. Se
nos decía que los Vulcanos eran seres lógicos en cuyo cerebro no tenían cabida
los sentimientos. Al ser mitad humano y mitad vulcano, las decisiones de Spock
eran representativas de la dualidad razón y sentimientos que vivimos todos los
seres humanos. Una curiosidad: En la serie las máquinas son muy desarrolladas,
pero no hay robots, por decisión del productor Gene Roddenberry, quien prefería
centrarse en los aspectos humanos de la serie.
Hija de su época, era también un
producto televisivo con muchas obviedades: Los protagonistas encarnaban los
mejores aspectos de la Sociedad de su tiempo: Como dije, no dejaban de ser
aventuras del oeste en el espacio, con un fondo moral: los tripulantes de la
nave tenían prohibido intervenir en la vida de los planetas descubiertos. La
historia de la serie original comienza con la misión de cinco años de la nave
Espacial Enterprise, al mando del capitán James T Kirk (El actor canadiense
William Shatner) un oficial osado y atrevido que en algunas oportunidades desobedecía
órdenes superiores. El Capitán Kirk podía equipararse a un líder político y
militar que toma las decisiones asesorado por un lado por el Primer Oficial
Spock, (Leonard Nimoy) quien presentaba los hechos y proponía una posible
solución. Hoy, en retrospectiva, es inconcebible pensar en el Capitán Kirk, sin
su mano derecha, y analista de cabecera, quien proponía posibles alternativas a
las situaciones presentadas. “En lógica, siempre existen alternativas” (Sin
embargo, en un capítulo, Spock, comete una acción ilógica y dice: No tenía
alternativas. El Dr. McCoy le responde: Usted, siempre dice que existen
alternativas. Spock: Puede que me haya equivocado. McCoy: Al
menos he vivido para oír eso. Los personajes estaban en peligro mortal) es
una frase que repite en varios capítulos. Por ser en fría lógica, y algunas
inmorales (De la cual Spock no era consciente) era objeto de discusiones con
los otros miembros, en particular con el Dr Leonard Mc Coy, (DeForest Kelley), apodado Bones (Huesos en traducción literal.
En jerga militar, un médico de campaña) oficial médico de la nave, que
representaba los mejores valores y sentimientos de la sociedad; el doctor, buen
amigo de Kirk, no se sentía cómodo con la presencia de Spock, y de allí las
muchas situaciones de conflicto que se
presentaban en los capítulos, y que eran la delicia de los espectadores.
Completaban el elenco, una serie
de actores recurrentes: El jefe de Ingeniería es Montgomery Scott (James
Doohan) responsable de las máquinas de la nave.
El Timonel jefe es el teniente Hikaru Sulu (George Takei) y a partir del
segundo año se incluyó al jefe de armas Pavel Chekov (Walter Koenig). Este último, de procedencia rusa, reafirmaba
la idea de un futuro en el cual la humanidad se encontrará unida. También fue,
contado por Gene Roddenberry, un esfuerzo para atraer un público juvenil: El corte
de pelo de Chekov, era una imitación de la estrella de The Monkees Davy
Jones. El elenco lo completaba la teniente
Uhura (Michelle Nichols, la única actriz negra de la serie) jefe de
comunicaciones de la nave. En el primer
año, fue parte del elenco la enfermera Christine Chapel (Majel Barrett). La
serie mostraba temas que eran tabú para su época: Así, por ejemplo, Relaciones
interraciales: El primer beso interracial que se vio en la televisión americana
lo protagonizaron Kirk y Uhura), o latinos y orientales como jefes de hombres
blancos (Como sucede en el episodio La colección de fieras, donde el
superior de Kirk es el Comodoro Jose L. Méndez)
La serie no tuvo gran éxito, y al
final del primer año, la NBC pensó en cancelar la serie; las solicitudes de los
fans de la serie permitieron una segunda y tercera temporadas, con ratings más
bien bajos, por lo que la misión de cinco años duró solamente tres, alcanzando
un total de 79 episodios. Sin embargo, las repeticiones de la serie en los
canales sindicalizados mantuvieron la popularidad de la esta, hasta convertirse
en un fenómeno en sí misma. El primer
transbordador construido por la NASA iba inicialmente se iba a
llamar Constitución (en honor del segundo centenario de la
Constitución estadounidense), pero una campaña promovida por los espectadores
de la popular serie de televisión animaron a la Casa Blanca a
llamarlo Enterprise. Esa campaña, así como el éxito
obtenido con el primer capítulo de La Guerra de las galaxias, mostró para los
ejecutivos de la cadena NBC, la posibilidad de desarrollar una serie de películas
basadas en la serie original. Así se hizo, y en 1979 se lanzó la película Star
Trek, la película, con el elenco original.
Para un niño que era yo en esa
época, la desbordante fantasía y el interés temático de los capítulos fueron
para mí, una gran fuente de alegría, y un ferviente deseo de ser astronauta; no
fui el único: Cuando Leonard Nimoy murió en febrero de 2015, astronautas y
científicos de la NASA, le rindieron homenaje, reconociendo el significado que
tuvo Spock en sus vidas. El Museo Smithsonian guarda elementos de utilería que
fueron usados para hacer las orejas vulcanas de Spock. Muchos quisimos ser
Kirk, Spock o McCoy. Ellos fueron detrás de un sueño juvenil, y en mayor o
menor medida lo lograron.
Van a ser ya 50 años de la serie original.
Algunos de sus protagonistas (Scotty, el Dr McCoy, o Spock) han fallecido,
otros se han vuelto activistas de los derechos de los gais (Sr Sulu) o de las
minorías (Uhura) y no han tenido mayor trascendencia actoral. Solo William
Shatner y Leonard Nimoy tuvieron una carrera destacada después de Viaje a las
estrellas. Sin embargo, para una generación, aun son la tripulación del
Enterprise, y son reconocidos por ello. De la serie original, hoy sus decorados
se ven artesanales, la tecnología y maquinas que representaban, lucen de cartón,
pero aun la serie conserva el vigor, desde la frase de inicio “El espacio….la
frontera final”.
Imagen tomada de www.maximaonline.com.ar
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