LECTURAS VAGAS No 20: NÉMESIS DE PHILIP ROTH
El azar (Lo que eso sea) juega un papel mas importante en nuestro destino de lo que habitualmente estamos dispuestos a reconocer. Eso no es excusa para no asumir la responsabilidad (o la culpa, si es caso) de nuestras acciones. Como aprendí en un curso de autoayuda, tomamos siempre las mejores decisiones en las circunstancias que vivimos. Otra cosa es que elijamos las circunstancias o las controlemos, e incluso desconozcamos las consecuencias de nuestros actos en otro. Lo otro que creo, es que las llamadas decisiones trascendentales, con el tiempo (casarse, que estudiar, viajar a otro país a vivir, aceptar un trabajo) se vuelven triviales e incluso accesorias. Al final, es una carga existencial: Hay que actuar lo mejor que podamos. Una carga que para muchos, implica un castigo.
En días pasados murió Philip Roth. La prensa recordó su rol de eterno candidato al Premio Nobel de literatura, la validez de su obra, y los lamentos por su partida. Hubo voces que alabaron su prosa, como aquellos que también la criticaron. No importa; yo soy de los que cree que murió un maestro de la literatura, que ayudo a entender a ese Estados Unidos después de la II guerra mundial. Lo admiro, y tengo varias obras de él: El lamento de Portnoy, La conjura contra América, la conmovedora Pastoral Americana quizás su mejor obra, Me case con un comunista, El Teatro de Sabbath, La mancha humana, y Némesis. Este última era la única que no había leído, y la había comprado por un azar: una venta de saldos en una librería, al llamado de pague 1 lleve 2. La traje, y ahí se quedó, en medio de la biblioteca, en espera de su momento.
En poco más de 200 páginas, Némesis nos presenta a Bucky Cantor, un maestro de educación física que esta a cargo de un patio de juegos de la escuela, cuando comienza una epidemia de polio (primer azar) en 1944. Esto es importante: Bucky esta sano, es una gran persona, es obediente y esta listo para servir a su país. Un sino fatal lo persigue: es rechazado por su severa miopía (segundo azar). Con la epidemia de polio, con algunos casos fatales, su novia Marcia y luego prometida, lo convence de dejar Newark al aceptar un trabajo en un campamento de verano. Por desgracia (tercer azar) ya esta enfermo y pronto comienza una epidemia se desarrolla en el campamento, donde teóricamente iba a estar a salvo.
Al enfermar pierde la movilidad en las piernas, quedando estas permanentemente paralizadas. Bucky, ante ello, rompe su compromiso con la novia (primera traición) por sentir que hacerlo es atraparla en una vida que ella no merece. La segunda traición es haber dejado su campo de juegos en Newark para huir a un campamento en la montaña, La tercera ser declarado no apto para el servicio militar.
Mas allá de la mitad de libro, nos enteramos de que el narrador es uno de los niños del patio de recreo, que también contrajo el polio en esa temporada de 1944. Escribe la historia mucho después, en 1970 (Una técnica muy habitual en Roth) cuando se encuentra con el protagonista. Son vidas contrastantes. Bucky escogió la reclusión, se retiro de la vida, trabaja en una oficina de espanto, no tuvo otra relación romántica, teniendo una vida social muy restringida. El narrador pese a todo se casó, tuvo hijos, una carrera, y una vida social normal. Un contraste de dos vidas ante la enfermedad: Para uno (el narrador) un tropiezo; para Bucky la culpa: Se culpaba a sí mismo de lo que casualmente había provocado, y su vida era la expiación de esa culpa.
Es una lectura que permite reflexionar sobre la naturaleza de nuestros actos y nuestras circunstancias, pero sobre todo la forma de verlos. Toda la obra de Roth es una larga reflexión sobre la vida en sus tiempos: El sueño americano en Pastoral Americana, el ser judío y la sexualidad en Portnoy, las relaciones raciales en La mancha humana, entre otras. En este caso, la culpa, el castigo (la Némesis griega) surgida de la responsabilidad de nuestros actos. Tambien la aceptación de la culpa como un castigo divino.
Philip Roth era un ateo autoproclamado que ha dicho que pensaba que la vida humana sería feliz cuando las personas, todas, dejaran de creer en Dios. Esta novela, sin embargo, es una meditación sobre la teodicea, es decir la relación de Dios con la humanidad. Esas reflexiones hacen a la obra a ratos compleja en sus reflexiones, de tal forma que su lectura llega a fastidiar por momentos. Pero para mí, que el tema de la culpa y el castigo me es apasionante, me encontré con una novela espectacular, la mejor literatura de Philip Roth.
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