DON JOSE Y EL PASTELERO

Hace 6 años, un pastelero en Colorado se negó a hacer un pastel de boda a una pareja del mismo sexo, alegando que iba contra sus creencias religiosas. Los clientes se sintieron discriminados, y pusieron una queja ante las autoridades, quienes multaron al pastelero por discriminación. Este apelo, alegando que ademas de vulnerar el ejercicio de su fe, constituía una violación a la libre expresión. La Corte Suprema, estudia el caso, y se espera un fallo este verano.
Recordé el hecho, al leer la noticia del caso de discriminación de un Restaurante en Medellin, a un músico callejero llamado Don José (Quienes lo han entrevistado, no han tenido la cortesía de preguntarle o lograr su nombre completo, por lo que he encontrado en internet). El hecho es conocido: Don José entro al restaurante, canto Mama Vieja, y los comensales lo invitaron a almorzar en su mesa. La mesera se negó a atenderlo, la administradora dijo que si, pero que se la comiera afuera, Don José acepto, pero uno de los comensales considero indignante el trato, grabo todo y lo subió a la red. Resultado, indignación, multa, para el restaurante, cierre por varios días, y promesas de al alcaldía de Medellin de ayudar a Don Jose.
Había algo mal en el asunto, que nos dice que esa no es la forma correcta de tratar a las personas. He visto casos de músicos callejeros que tocan en restaurantes, con el beneplácito de sus dueños y los comensales; como también he visto el caso contrario: propietarios y comensales que se molestan por lo que consideran una interrupción en un rato que esperan sea privado y agradable. Quizá por eso, Don José quiso bajarle el hierro al asunto, porque sabia que su trabajo dependía de los propietarios del restaurante, y por eso ha defendido a la dueña, recordando que "ella le gusta como canta". Ademas que eso de creer que la autoridad lo ayude después que pase el escándalo es un poco irreal en este país; Don José tiene razón en ser prudente.


Hubo discriminación? La policía señalo que se violo un articulo del código y sanciono al restaurante. Parece lógico: Una vez dentro, puedes ser atendido como te mereces. Quizá la dueña, en un futuro, para evitar situaciones parecidas, le prohíba a Don Jose y otros músicos que cante en el restaurante para evitarse líos; si los comensales quieren oírlo cantar, que paguen el "descorche de cantante", y si quiere comer, pues que pague por ello. También parece lógico: Son empresarios, hacen una inversión, pagan impuestos, y si quieren cantante, que paguen por ello. Al fin y al cabo los Centros comerciales hacen algo parecido con los vendedores ambulantes, cosa que entiendo, muchos aplauden. 
El asunto vale mas que una indignación inmediata o una reflexión superficial sobre discriminación (Don Jose, pese a todo el ruido alrededor, no siente que le haya ocurrido algo malo), sino también una reflexión acerca de la ley, nuestra relación con ella, la cultura del atajo, la informalidad y muchas otras cosas que se me escapan. También preguntarse porque personas mayores como Don Jose deben depender de la buena voluntad de otros para sobrevivir. Nada es como parece.

Imagen tomada de : https://noticias.caracoltv.com 

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