UNA LECTURA DE UN AMOR IMPOSIBLE DE IBALDO FANDIÑO GAMEZ
Escribir una novela histórica que
transcurra 450 años atrás es muy difícil. Por una razón sencilla: la conquista
y la colonia en Colombia, pese al creciente número de investigaciones y estudios
de esa época, sigue siendo poco conocida para el gran público. Aunque hay
ejemplos notables como los trabajos del cartagenero German Espinosa (La tejedora
de coronas, Los cortejos del diablo) Alfonso Bonilla Naar (La pezuña del
Diablo) Juan José Nieto (Ingermina o la hija de Calamar), Próspero Morales
Pradilla (Los pecados de Inés de Hinojosa), William Ospina (Ursúa) Philip
Potdevin (Metatrón) o el trabajo reciente de Alexandra Jaramillo (Las lectoras
del Quijote) al parecer no es un tema que sea del agrado de los escritores.
Quizás porque si seguimos a Nabokov quien señala que el éxito de un relato,
esta en “los detalles, los divinos detalles” para un autor, el problema
planteado es doble: A los detalles de la escritura, debe añadir el cuidado en
los detalles históricos. Y vaya si estos segundos no son fáciles de resolver.
Junto con los anacronismos que inevitablemente se presentan: El gran defecto de
un clásico como Los Últimos días de Pompeya, ambientada en el Siglo I DC, es
que los personajes se comportan como perfectos caballeros victorianos, y no como
lo que eran, personas del siglo I, con códigos de comportamiento muy
diferentes. Pero eso, no desanima a los escritores a hacerla. Ibaldo Fandiño Gamez
es uno de estos casos: En el año 2021 dio a conocer su novela Un amor
imposible.
Nacido en 1969, en la solapa Ibaldo Fandiño confiesa ser autor de 5 novelas, 2 libros de cuentos, y tiene en preparación 3 novelas y 2 libros de cuentos. Estamos pues frente a un autor que conoce el oficio de escribir relatos y la capacidad de sostenerlo durante la lectura. La historia que se narra transcurre en Tenerife (Magdalena) población con un rico pasado: Allí Bolívar se cubrió de gloria en la Campaña Admirable, allí tuvo sus amores con la francesa Anne Lenoit; si hemos de seguir a Soledad Acosta de Samper, San Luis Beltran predicó por esas tierras.
Ambientada en el siglo XVI, mas
exactamente en 1568, a Tenerife llega el Sargento Mayor Juan de Salazar con su esposa Angela de Ahíbar, para
intentar controlar los constantes ataques de los indios Tapehuas, quienes,
encabezados por el cacique del mismo nombre, hostigan a los residentes de la
villa. En una de sus expediciones
punitivas logran capturar a la esposa del cacique, Tahana, mujer de gran
belleza que será objeto del deseo por parte del sargento mayor, quien pese a
sus resistencias, caerá dominado por el deseo que lo consume, dando inicio a
una relación sexual que inicialmente se basa en el sometimiento, pero con el
tiempo se va invirtiendo: Lo cual es hasta lógico: Tahana, además de bella, es
una mujer educada y capaz de entender el razonamiento del español, hasta el
extremo de hacerle cuestionar sus valores, al sargento mayor y a los frailes
que insisten que la prisionera se vista como una “mujer decente”. A la vez, el
cacique Tapehua buscando recupera a su esposa, rapta a una monja española a la
que somete sexualmente, forzando a la monja a actos que ella considera
aberrantes: Coito anal, sexo oral, todas formas de vicio a los ojos de los
españoles. Una combinación explosiva: Al ultraje al que la monja es sometida,
se une a la vez el placer sexual que ella siente, y que compara con los éxtasis
místicos de Santa Teresa. Podría seguir, pero me limitaré a señalar que el sexo
será clave en el desarrollo de la historia. Sin duda un tema poco tratado en el
choque cultural que significo la conquista. De antemano se sabe quien lleva las
de perder en este choque; también es bueno recordar que el vencedor no será el
mismo después de este choque. Al final, el mestizaje, la Inquisición, la cruz y
la espada, harán lo suyo.
La novela es a la vez cuidada y
descuidada en sus detalles. Cuidada, porque el autor logró construir una
historia entretenida mediante el uso de la narración en dos tiempos: La
historia que transcurre en 1568 y el descubrimiento de un manuscrito que narran
la historia descrita, junto con el choque cultural que se presenta. De igual
forma, y ocultas en el relato, hay referencias y guiños a la presencia de los
masones en América, junto con prolijas referencias a las diferentes tribus de
la zona, y las discusiones religiosas de los españoles y el valor que se les da
a los indios como seres humanos – o no- se unen anacronismos que el autor
hubiera podido evitar con un editor más atento al tiempo histórico del relato.
De todas maneras, estamos ante un esfuerzo de construir una ficción erótico-histórica
que vale el tiempo de lectura utilizado.
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