HAITI, LO PEOR DEL MUNDO.... PERO

Con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, he recordado que en los años 80, durante la pandemia del SIDA, se desarrollo la idea que esta enfermedad era propia de personas que tenían alguna de las tres H: Homosexuales, hemofílicos y haitianos. Injusto o no, ese era el sentir. Como toda generalización, inexacta, pero con un fondo de verdad: Cerca del 6 % de la población adulta vive con el VIH, si hemos de creer algunas fuentes en las redes. Títulos como “Haití, pasarela del sida desde África al resto del mundo” (El País, en el 2007) fueron habituales en esos tiempos. En eso tiempos, en que caía la dictadura de Baby Doc Duvalier, eso fue fatal: Cesó el turismo y agravó la ya de por si crisis de pobreza y enfermedad del pueblo haitiano.

Sin embargo, las tribulaciones de Haití estaban lejos de terminar. Aparte de lo que, visto en contexto, se podría llamar los desastres políticos normales que han asistido a su historia desde que obtuvo su independencia de Francia en 1804, desde los años 90 hubo un golpe de estado, una ocupación "humanitaria" para reponer al presidente Aristide, otro turbulento retiro de este, un devastador terremoto, una epidemia de cólera y un huracán de terribles proporciones.

El daño causado por el terremoto fue en gran parte consecuencia de la pobreza y la negligencia: Chile ha sufrido terremotos de mucha mayor severidad, con solo una fracción del daño.

En cuanto a la epidemia de cólera, como la misma ONU admitió, fue traída por los cascos azules nepalíes, un hecho que fue ocultado por una especie de conspiración internacional que incluyó a la ONU, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y las principales revistas médicas, aunque no engañó a nadie. Hasta las ayudas fracasan en Haití.

La crisis dio para episodios de risa. La Unasur se reunió para ofrecer ayuda a la sufrida nación, y Ecuador con Rafael Correa ofreció 10 millones de dólares. Una mesa de ayuda en Paris convocada al mismo tiempo comenzó con Francia ofreciendo 1.000 millones de dólares.

La ayuda exterior masiva después de estas catástrofes hizo lo que a menudo hace: aumentar la competencia política dentro del país receptor para que los miembros de la clase política tengan en sus manos el botín como la forma más segura de obtener riqueza rápida. En resumen, millones de dólares desaparecieron en las manos de unos pocos sin que llegara a representar algún beneficio a los pobres.

El número de estos últimos aumentó enormemente, junto con la violencia y la degradación de la sociedad. Parecía un intento de demostrar que la teoría de Malthus era correcta: que la población aumenta más rápido que los medios para sustentarla. Creo que el sentido de conciencia y la humillación de los haitianos por su propia pobreza aumentó gracias a la mejora de la tecnología de la información, lo que agregó una capa adicional de desesperación a una situación ya desesperada.

Cuando te enteras de que buena parte de la música del caribe es fruto de la alegría del pueblo haitiano, es inevitable desarrollar un gran afecto por ese país; sin embargo, es difícil pensar que hay sitios peores en el mundo, donde ademas sea susceptible de empeorar. Murphy en estado puro.

Imagen tomada de www.elmundo.es