PASTELEROS Y GAYS
Últimamente, parece ser que los pasteleros
son los héroes de las fuerzas conservadoras que se oponen al matrimonio
igualitario. Jack Phillips un pastelero de Colorado, orgulloso trabajador y
devoto evangélico, en el año 2.012 se negó a elaborar un pastel de bodas para
celebrar el matrimonio de una pareja de homosexuales. Estos entablaron una
demanda por discriminación que fue respaldada por la Comisión de derechos
civiles de Colorado, multando al pastelero. Este apelo invocando su derecho a
la libertad religiosa, y el pasado junio, la Corte Suprema de EE. UU. le dio la
razón, revocando los fallos anteriores, al encontrar que la Comisión había mostrado
hostilidad hacia su fe. El fallo fue celebrado como una gran victoria por los
opositores al matrimonio igualitario, como un revés por parte de los defensores
de los derechos de los LGBT.
FOTO: JACK PHILLIPS (FOTO TOMADA DE EL PAÍS)
Dicen que la historia se repite, y el
pasado 11 de octubre, The
Guardian nos contó la historia de
unos pasteleros de Belfast, Irlanda del Norte, la pareja cristiana evangélica
de Daniel y Amy McArthur, quienes se negaron a hacer un pastel para un
homosexual que tuviera de decoración la frase “Support Gay Marriage” (Irlanda del Norte no reconoce ni permite los
matrimonios homosexuales). El afectado, Gareth Lee, demando a los pasteleros,
alegando que se había sentido discriminado por la negativa. Un juez le dio la razón,
y sancionó a los pasteleros al pago de una multa. Arriesgando mucho, la pareja prefirió
apelar hasta que el caso llego al Tribunal mas alto de Gran Bretaña. Su argumentación
era simple: No habían discriminado al Sr Lee por homosexual, sino porque no querían
participar en una causa en la que no creían, y que, de hecho, era contraria a
sus creencias e ideas.
En la foto: Daniel y Amy McArthur (Tomado de The Guardian)
El tribunal aceptó el argumento y
revocó la sentencia. Bajo el sistema legal británico, el perdedor en una acción
civil tiene que pagar los costos legales del ganador. En este caso, para escándalo
de la opinión pública, el Sr Lee recibió apoyo de una organización financiada
con fondos públicos por $ 330.000 euros, para furia de un sector de la
sociedad.
Estas historias dan una idea de la agitación
social reciente, que cada tanto vemos en los medios de comunicación. El propósito
de ambas no es promover una mejora tangible de la sociedad, como, digamos, un
mejor servicio público, llamar la atención sobre las duras condiciones de vida
de un sector de la sociedad, o promover una sociedad mas limpia. En el fondo, el tema es el mismo: Un asunto
de poder. En muchas ocasiones, a cargo de una minoría sobre la gran mayoría. Quizás
ha sido así siempre. Se deriva del placer de infligir dolor en venganza por la
incomodidad causada al otro; en resumen, castigar al que está en desacuerdo
contigo.
En el caso del pastelero de Colorado,
este ofreció los pasteles existentes en su tienda, pero reitero su negativa a
hacer uno especial para lo que no creía. (Para lo cual, el considero que ese
trabajo era un arte); en el caso de Irlanda del Norte, la decisión del Sr Lee,
su decisión de demandar a los pasteleros que se negaron a hacer lo que el quería, era propio de un pequeño sátrapa
acostumbrado a hacer su voluntad. Si usted a una pastelería y pide un pastel de
chocolate, y en la pastelería decían que no hacían pasteles porque era una pastelería
para dietéticos, pues simplemente iba a otro lado o buscaría quien se lo hiciera.
No acudiría a la ley alegando discriminación, para cobrar venganza por la
molestia causada.
Al final, con creciente secularismo
del mundo, Dios se retrotrae a nuestra intimidad, parece que la gente cambiara
de creencia: Creerán en el poder como el bien mas elevado. Preocupante.
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