EL ICFES DE IVAN DUQUE
C uándo entregaron los resultados de las pruebas del ICFES en el colegio hubo sorpresa general. Quien obtuvo mejor puntaje le decían el buitre, perdía el año, y no destacaba ni por su simpatía o disciplina. Los mejores alumnos, los disciplinados que se repartían los dos primeros lugares cada bimestre, obtuvieron puntajes muy por debajo de lo que se esperaba de ellos. Los superaban al menos 15 compañeros de un curso de 50. El tercer mejor puntaje lo obtuvo un estudian te que estaba en el pelotón, y varios alumnos más que eran flojos de solemnidad sacaron cifras superiores a 300 puntos. Claro, también hubo algunos resultados previstos: El tercer mejor estudiante logró el segundo mejor resultado, el cuarto fue cuarto, el quinto sexto y el sexto quinto. Cada quien hizo su vida, y el resultado en las pruebas fue una anécdota: El mejor puntaje se dedicó a ser vendedor, no termino la universidad, y por ahí anda, bregando su vida. El segundo quiso estudiar ingeniería en Los Andes,