LECTURAS VAGAS No 12: LA SANGRE DE LOS LIBROS DE SANTIAGO POSTEGUILLO
Entre los regalos que recibí de Navidad estaba La Sangre de los Libros, de Santiago Posteguillo (2014). Mi cuñado expreso muy bien la preocupación que les embargo cuando tuvieron que decidir que libro escoger: "El riesgo no es que no le guste, es un libro para quienes aman los libros, el riesgo es que se lo haya leído". La decisión fue la correcta: No me lo había leído, ni nada de ese autor, tan celebrado por sus novelas históricas de la antigua Roma como la Trilogía sobre Escipión el Africano, o Trajano.
La razón de mi ignorancia sobre Posteguillo es doble: Primero, desconfío del Marketing que se hace sobre los libros (De la cual el mismo autor hace una critica en el texto) que simplemente es una llamada a comprar sin importar la verdad o calidad del relato (Ya se arrepentirá el comprador después parecen pensar), lo cual me previene contra toda obra premiada y alabada en exceso. La segunda es un defecto de mi habito de lectura: soy muy dado a fijarme en los detalles que me llaman la atención, y la historia esta llena de detalles, así que leer una novela histórica, puede ser un ejercicio muy demorado para mi, por averiguar mas por los detalles o personajes; al final, me puede tomar meses leer una ficción histórica, cuando en condiciones normales, puedo leer 300 paginas en 3 días si el relato me atrapa. Tiempo es, por desgracia, lo que a veces no me sobra.
La Sangre de los libros, es un libro que para su mayor disfrute, requiere un buen conocimiento de la literatura.
Eso no quiere decir que una persona sin lecturas no pueda leer este libro; de hecho la forma tan amena como esta escrito, mezcla episodios de la vida de los autores, con anécdotas sobre el origen de alguna obra o novela en especial. Así por ejemplo, relatos como la desaparición de Ágata Christie son narrados de una manera que imita el relato policíaco, o el origen de Drácula, nos lleva al libro que Bram Stoker leyó en una biblioteca de un pequeño puerto ingles para encontrar el titulo. O como la muerte de Edgar Allan Poe, "ese pobre hombre de genio" como lo llamo Borges, imita el genero policiaco que este creo. Y así en muy diversos títulos. Uno de los mas extraños, y mas amenos pasajes es aquel que hace referencia al Premio Nobel de Cuenca (España) que permite imaginar el otro Nobel de origen español que existe, si es que se tiene Fe.
Al ser un texto, que recuerda los trabajos de Isaac Asimov, y mas cerca a Enrique Vila-Matas con su Bartleby y cía, la selección es desigual y tiene episodios donde una persona mediante informada sobre el tema, no encuentra nada nuevo. Ejemplo de ello es la historia que ilustra la portada, que narra la historia del Duelo que causo la muerte de Alexander Pushkin, quizá la parte del texto mas débil: No hay nada nuevo, parece cabalgar sobre las biografías escritas del poeta ruso; no deja de ser una transcripción con sus palabras. Ese es tal vez, uno de los riesgos de la lectura, que al final, no tengamos sorpresa, si eres un buen chismoso de la literatura. De todas formas, su lectura fue increíblemente placentera, y al final considero que es libro agradable, bien escrito, divulgativo, y que abre las ganas de leer o releer los autores mencionados.
Una de las cosas que me llamo muchísimo la atención del libro es el episodio de la muerte de Emilio Salgari. Este autor, enfermo, al borde de la locura, arruinado, y esclavizado por los editores que lo dominaban mediante contratos leoninos, fue a un Parque de Turin, y con un Kriss malayo, se hizo un
un Seppukku (O Hara Kiri) para luego acuchillarse el mismo en el cuello. Años mas tarde, Yukio Mishima, se suicidaría de la misma forma, desesperado por la desaparición de los valores imperiales de Japon. Aquí la palabra clave es desesperación, motor de varios de los relatos del libro: Salgari muere desesperado por las deudas y la locura; el Presidente de Francia llama a Vicente Blasco Ibañez desesperado por el curso de la Primera Guerra Mundial; por desesperación Pushkin reta a duelo a DÁnthes, y asi sucesivamente en las historias contadas. La desesperación que cobra sangre, parece decirnos el autor, al final. Los dejo, porque voy a buscar un enigma contado en el texto.
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