Anotaciones Impopulares en el caso Yuliana
En el caso de la niña Yuliana se confunden algunas cosas, por las variables envueltas. Comencemos señalando que es un crimen que merece castigo, y más por la sevicia del caso, donde se han confundido temas como el feminismo, la ideología de género, la educación sexual en los niños, o una supuesta relación del crimen con la clase social de las partes involucradas.
La realidad es que puede haber elementos de todo lo anterior, pero no cambia el hecho que delitos como este se presentan en muy diversas circunstancias, y que hechos similares pueden aparecer sin que las razones presentadas aparezcan.
El abuso sexual infantil (ASI)(No hablo de secuestro o asesinato, crímenes que deben ser castigados de forma severa) involucra un aspecto particular y difícil de controlar: El hecho que el victimario es una persona con un trastorno de personalidad grave. Este punto, que parece olvidarse en todas las críticas, involucra variables físicas, psicológicas, de educación, dominación, y edad, que son difíciles de detectar.
Parece más o menos probado que la recurrencia del ASI no distingue entre sociedades desarrolladas o no. De allí que comentarios que señalen que se trato de un feminicidio, un hecho de dominación esclava, o resultado de una falla o falta de educación de las partes, son opiniones que se van por así decirlo, por las ramas.
Salta a la vista que el ASI se da en todas las clases sociales, casi siempre por un conocido, o que la educación sexual como tal no impide los delitos sexuales en menores. Persona más educada que Rafael Uribe Noguera, pocas en Colombia. En este punto hay que reconocer que la educación sexual en la infancia, posiblemente da a los niños herramientas para detectar situaciones peligrosas; sin embargo, afirmar que por una mayor educación el delito va a desaparecer, es, en esencia, falso.
En cuanto al feminicidio, los casos de abuso en menores de edad, son hechos que involucran dominación, violencia, desigualdad, y abuso de confianza; una relación asimétrica en aspectos como madurez, edad o poder. El feminicidio como tal, esta más ligado al hecho del asesinato, y que es una niña la víctima, que al abuso sexual como tal.
En el caso de Rafael Uribe Noguera, los hechos deben manejarse desde el punto legal y médico. En el aspecto legal, parece probada su responsabilidad en los actos, y excusas como una enfermedad o trastorno deben ser rechazadas: el castigo debe ser severo.
Parece probado, dada las características del caso, un trastorno psicológico, que en principio no impide llevar una vida en sociedad, y lo hacen responsable de sus actos. Caiga pues sobre el todo el peso de la ley.
En el caso psicológico, hay quienes piensan que su trastorno se puede tratar; sin embargo eso no lo exime de su responsabilidad frente a lo cometido.
Dejemos pues, a la justicia, actuar.
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