LOS MARICAS DE LOS BAÑOS
En días pasados, junto a la
fuente del Centro Comercial Portal del
Prado, cumpliendo una sentencia de la Corte Constitucional, se realizo un acto
de disculpas públicas para el joven Héctor
Barrios Peña, al que los vigilantes y funcionarios de dicho centro comercial
acusaron de cometer actos obscenos en los baños de dicho comercio.
En términos de derecho, el caso
era simple: El Centro Comercial acuso de forma pública al joven de haber tenido
sexo en un baño de sus instalaciones, este tutelo, el Centro Comercial no pudo probar nada, y la
Corte después de surtido el tramite, ordeno unas disculpas públicas para
resarcir el daño.
El acto, que fue aplaudido por la
comunidad LGBTI del cual el joven es miembro, como un avance para el respeto y
reconocimiento de sus derechos, causo un
desbordamiento de los aspectos del derecho en las redes, originando una gran
cantidad de comentarios a favor y en contra, mostrando el grado de pugnacidad
que produce el tema de los derechos de los homosexuales en nuestra sociedad.
Fueron varios días donde en los
foros de Internet se descargaron las opiniones sin ningún freno: “Ahora resulta que les quedamos a deber a los
maricas”. “Los baños para hombres del Portal del Prado son Sodoma y Gomorra”, “El
diablo vino a destruir, y esta es su
obra, se verán cosas peores” “Los maricas son la cagada” “Algún funcionario de la corte muy parecido
al acusado”. “Ni todo gay va a un centro comercial a tener sexo, ni solo los
homosexuales cometen estos actos, quítense la venda, que mas de un heterosexual
ha participado en estos actos”.
Opiniones que en medio de la excesiva información, confundían dos cosas diferentes: De un lado,
la humillación pública – por una acusación infundada- a una persona, con el uso de los baños públicos como lugar
donde algunos hombres van en busca de un sexo rápido y no comprometido.
No es un fenómeno nuevo: Abundan
las páginas pornográficas donde se muestra de manera más o menos cruda,
relaciones homosexuales en los baños. Es
bien conocido en Barranquilla, que los baños del desaparecido cine Metro, eran
sitios de encuentros sexuales furtivos, así
como la fama de los baños del Cine Rex, temas incluso tratados en la
literatura. En las redes sociales
circulo algunos meses atrás, un vídeo supuestamente tomado en los baños del
Centro Comercial Panorama, donde dos hombres se erotizaban mutuamente.
Los baños públicos, son de hecho,
lugares de ligue asociados a conductas homosexuales. En su Diario, el
dramaturgo ingles Joe Orton describe con gran crudeza los ligues y conquistas
que hace en los baños públicos de Londres. Publicado en 1986, causo gran sorpresa por describir hechos que ocurrían
con frecuencia 20 años atrás (Orton fue asesinado por su amante en 1967). El
libro mostró a la sociedad británica la promiscuidad sexual en los baños de
hombres. En otro campo, el cantante George Michael fue acusado de actos indecentes en lugar público,
a un policía encubierto. Ante la acusación, Michael reconoció su
homosexualidad. También, a esta conducta promiscua en mucho se les atribuye la difusión
del SIDA en sus comienzos.
Nuestra sociedad se enfrenta a retos nuevos, como la aceptación
de las conductas homosexuales en público,
punto en el cual aún falta mucho: Muchos comentarios eran del tipo “Respeto a los maricas, pero que hagan sus porquerías
a puerta cerrada”, comentarios que
demuestran homofobia y falta de aceptación de los gays en la sociedad.
En el caso de los baños como
sitios de ligue, eso es una realidad
tolerada en gran medida por la misma sociedad, que le niega a los homosexuales visibilidad, dejando lugares discretos para ligar; un rincón oscuro del cual la verdad no tengo una
respuesta sobre como iluminar: Los baños son lugares públicos, y el sexo es un
acto privado, que visto en público no tiene buen recibo. Solo sé que la humillación
pública no es el recurso. Quizá, como
tantas cosas en este país, se requiere un poco mas de autoridad. Con todo, me consuelo que estos actos ocurren aquí: Puede verse como señal de modernidad.
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