LECTURAS VAGAS No 10 : Que chèvere de Manuel Mejia y una Coda
Decía un amigo que las historias bien contadas, requerían una gran dosis de drama: Debía haber violencia, celos, algo oculto, personajes perturbados: De allí surgen obras como Macbeth, Otelo, o las tragedias griegas; de historias de amor convencionales, solo salen historias del tipo de La Novicia Rebelde.
Queda una extraña sensación al leer Que Chévere, (2012) de Manuel Mejía Garcia de los Ríos. Digo extraña, porque en ella Manuel vuelve a temas conocidos: Unas familias disfuncionales, una clase social que vive de apariencias y en decadencia, personajes en fuga, vueltas por Bogota y Madrid, la telebasura. Todo ello, contado de una manera bastante convencional, que al final te deja perplejo. Algo no encaja.
Una primera lectura, lleva a pensar: Si se quiere, mas de lo mismo. Sin embargo, hay un esfuerzo deliberado del autor de modificar la forma de narrar del relato. Este esfuerzo real de experimentar es palpable en la obra. Los epígrafes de los capítulos remiten a escenas futuras, y no dejo de pensar que muchos de los capítulos podrían tratarse como minicuentos, o las famosas Gotitas a las que el autor nos tiene acostumbrado: alli salen a flote algunas de sus obsesiones: La soledad, el abandono, la locura, la ruina, las vidas grises sin historias, Un Universo roto, de decadencia de eso que se llama "Buenas familias".
Queda una extraña sensación al leer Que Chévere, (2012) de Manuel Mejía Garcia de los Ríos. Digo extraña, porque en ella Manuel vuelve a temas conocidos: Unas familias disfuncionales, una clase social que vive de apariencias y en decadencia, personajes en fuga, vueltas por Bogota y Madrid, la telebasura. Todo ello, contado de una manera bastante convencional, que al final te deja perplejo. Algo no encaja.
Una primera lectura, lleva a pensar: Si se quiere, mas de lo mismo. Sin embargo, hay un esfuerzo deliberado del autor de modificar la forma de narrar del relato. Este esfuerzo real de experimentar es palpable en la obra. Los epígrafes de los capítulos remiten a escenas futuras, y no dejo de pensar que muchos de los capítulos podrían tratarse como minicuentos, o las famosas Gotitas a las que el autor nos tiene acostumbrado: alli salen a flote algunas de sus obsesiones: La soledad, el abandono, la locura, la ruina, las vidas grises sin historias, Un Universo roto, de decadencia de eso que se llama "Buenas familias".
La historia, de pocos personajes, se centra en 4 personajes: El "Arquitecto" Atienza, un encantador sinvergüenza antioqueño, que conquista a Soledad, su atribulada esposa, hija de una familia de muchos apellidos pero poco dinero, a la que no parece importar nada de lo que sucede, su hija Luz Ligia, una mujer acomplejada por su fealdad, pero de un gran corazón, y el hijo del arquitecto, quien ha heredado su sirvenguenceria, pero no su encanto. Todo en medio de una historia de situaciones trágicas, narradas falsamente en un tono ligero, frívolo, a caballo entre Bogota y Madrid.
Es un relato donde las mujeres son sufridas, nobles, y generosas; mientras los hombres son ausentes, aprovechados y despectivos con ella: Ni el arquitecto, ni su hijo, ni el esposo de Miriam, un personaje secundario clave en el relato, son seres dinos de simpatías: Resultan vacuos, canallescos, abusadores y aprovechados de las mujeres.
.La novela esta muy bien escrita, y el intento de experimentar es acertado. Para mi gusto, tiene algunas fallas: El personaje del Arquitecto Atienza es desaprovechado por el autor, condenandolo a desaparecer a mitad del relato sin mayores explicaciones, y nos deja la sensación de cabo suelto en el relato. El resultado en general, es muy decoroso.
Que Chévere encierra una profunda ironía de la vida de personas "comunes" que existen a nuestro alrededor: Gran Acierto del autor es hacer ver con fineza, humor, y un toque ligero, la tragedia que ocultan estas vidas. Un vecino nuestro podría ser la sufrida señora Soledad o su hija Luz Ligia, o el arquitecto y su hijo.
CODA:
Me lei en poco mas de 3 horas, El Anatomista de Federico Andahazi. Bien por la historia, bien por la investigacion, pero que indigno final.
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