LAS BUENAS MANERAS
Mi madre, que murió hace unos días, me dejo de herencia cierta visión del mundo donde la gente se relaciona con los demás con respeto, a través de los buenos modales. Hay quien los ve como una camisa de fuerza, como una forma de hipocresía, y una mascara para ocultar nuestros intereses particulares. Para mi madre, era cuestión de disciplina, habito y entrenamiento, y era, si se quiere una cuestión utilitaria; algo de interés hay en nuestros actos, y es mejor relacionarse por las buenas. Mi padre en cambio, tenia buenos modales y no se empeñó en que los aprendiera; a lo mejor creía que eran resultado de la bondad natural de los seres humanos, y que surgiría espontáneamente en mí, si como creyera que en mi corazón había bondad. Hoy creo que el punto de vista de mi madre es el que ha terminado predominando en mí, pero las ideas expuestas eran confusas: mi padre hablaba de maneras, mi madre de modales. Se parecen, pero no son iguales. Al final, las buenas maneras, la etiqueta, los bueno