ESTRIDENCIA MONUMENTAL
Hace unos años, un amigo arquitecto de los mas conocidos de Barranquilla en ese momento, creó un movimiento cívico, indignado por como iban las cosas en la ciudad. Eran los tiempos de Hoenisberg, y su cuestionada alcaldía, así que su nombre empezó a sonar como candidato a alcalde. No se lanzó. Una vez hicimos un trabajo juntos en Santa Marta, y en el camino tocamos el tema si de verdad quiso ser alcalde. -Tonto que es uno, la política es plata, para llegar, y para hacer. Y mucha plata sucia. Poco de idealista, mucho de porquería- añadió- Si, lo pensé, pero no podía, aunque me insistieron. -Y ¿quién quería que insistieras? - dije yo. -Mira, mi primo (un político muy poderoso a nivel local) me insistió mucho, y casi digo que sí, pero al final, pesó lo económico: Lo que yo ganó con mi trabajo, no me lo voy a ganar en un salario de la alcaldía. (A día de hoy, una respuesta muy Gustavo Bolívar, pero así ocurrió) Igual insistieron: Un día mi primo me reunió a un grupo de industrial